Que depende de mi, que yo giro mis conversaciones
(las que me usan y no me desechan)
Que yo puedo crear (o recrear) un nuevo contexto,
pues de eso va esta historia...
"Un anciano maestro Hindú se cansó de las quejas de su aprendiz así que, una mañana, le envió por algo de sal. Cuando el aprendiz regresó, el maestro dijo a la joven infeliz que pusiera el puñado de sal en un vaso de agua y luego se la bebiera.
-¿A qué sabe?- preguntó el maestro.
-Amargo- escupió la aprendiz.
El maestro rió entre dientes y entonces le pidió a la joven tomar la misma cantidad de sal en la mano y ponerla en el lago. Los dos caminaron en silencio al lago cercano y una vez que la muchacha lanzó al agua su manotada de sal el viejo le dijo: “Ahora bebe del lago.”
En cuanto el agua se escurría por la quijada de la joven, el maestro le preguntó:
-¿A qué sabe?
-Fresca- comentó la aprendiz.
-¿Te supo a sal?
-No- dijo la joven.
En esto el maestro se sentó al lado de esta chica que le recordaba a el mismo y tomándole las manos, le dijo:
-El dolor de la vida es pura sal; ni más, ni menos. La cantidad de dolor en la vida permanece exactamente la misma. Sin embargo la cantidad de amargura que probamos depende del recipiente en que ponemos la pena. Así que cuando estás con dolor, la única cosa que puedes hacer es agrandar tu sentido de las cosas. Deja de ser un vaso. Conviértete en un lago-”
Así así, suena como fácil... ya veremos. Por lo pronto: modo lago ON.
WARCELA
(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)
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