sábado, 22 de febrero de 2014

¿Donde son negros los negros?

Esta es la pregunta que me hago 
cada vez que lo miro fijamente por más de un minuto

Y es que es tan obvia como compleja la respuesta, porque sí... tenes razón los negros son negros de la cabeza a los pies pero después de verlos un ratico más largo como que ese negro y descalificado tono de piel no pasa de ser un bronceado intenso. Un negro no es negro en la piel ni es negro en la raza misma, ni en el color, el acento, la nariz o el pelo! los negros son negros en la sangre, en la música, en el ritmo y en el orgullo de su raza, porque ser negro es como un privilegio ni siquiera es vergonzante su apelativo y menos digno sería llamarles morenos, morochos, prietos, niches, etc las cosas como son y los negros, negros son.

Los negros son negros con orgullo, con pasión, con alegría, con gentileza, con dignidad y con música, son, sabor y color. Son negros cuando cantan, cuando se visten a todo color, cuando bailan y cuando hablan, pero sobre todo aprendí de ese hombre que me enamora todos los días que un negro es negro cuando ama como vos y como yo...

WARCELA 

(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)

jueves, 20 de febrero de 2014

Nuestro miedo más profundo

Nelson Mandela (1994)

"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados, nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.

Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.

Nos preguntamos ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?

En realidad ¿quién eres tú para no serlo?

Eres hijo del universo.

El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.

No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras, nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.

No solamente algunos de nosotros, está dentro de todos y cada uno.

Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo, y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás."

WARCELA 
(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)

jueves, 6 de febrero de 2014

Como dos maletas

 
Un punto de vista debería ser eso y nada más,
ni siquiera un tema para discutir...

Y es que conversando con un viajero del mundo y de la vida, un explorador del universo de esos que se desplazan de una dimensión a otra con ticket VIP sin responder preguntas, me planteaba su punto de vista esta semana, y te prometo que yo quería saber más, preguntarle todo, conocer la perspectiva completa y apenas lo intenté me di cuenta que no era posible saber más, habría sido como "esculcar" en esa otra maleta.

Seguro que no estas entendiendo una coma de lo que estoy diciendo y me doy cuenta que es mi culpa totalmente, pero ahora mismo lo resolvemos. Resulta que este viajero del que ya te hablé, me decía a propósito de las relaciones de pareja que, según él, no son otra cosa que el viaje de dos maletas en el mismo vagón del tren... dos maletas que viajan juntas, una al lado de la otra pero no una dentro de la otra, ninguna encima. Ellas se comparten y se apoyan una en la otra y el peso de cada una les da estabilidad a las dos, pero una maleta no abre a la otra para revisar su contenido ni para juzgarlo ni siquiera intercambian contenidos para soportar el peso de la una o la otra.

Y vi tanto de cierto en este simil, encontré que de muchas formas yo comparto ese punto de vista aunque no totalmente pero es cierto que vale la pena, cuando menos ocasionalmente, recordar que ambas maletas en el tren de la vida tienen la posibilidad de bajarse juntas en cualquier estación, y juntas establecerse o juntas retomar el viaje o incluso en cualquier momento una maleta puede quedarse en una estación y el viaje de la otra no acaba, ni la aventura de la vida termina para la que no continúa el viaje. Es así y así es como estoy pensando que, ser como dos maletas  tiene que ser un pensamiento al que este navegante del universo llegó por pura practicidad y amor propio, pero ni su ruta para llegar a esta analogía ni los pocos o muchos sellos de su pasaporte, le restan valor y sabiduría a este punto de vista... ya lo dije al empezar, los puntos de vista no son más que eso: puntos de vista.

WARCELA 
(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)

miércoles, 5 de febrero de 2014

En pié (a pesar de todo)

Estoy consciente de que se trata de una comparación muy atrevida, pero en mi favor he de decir que no es comparación, ni símil, sino apenas inspiración.

Y es que en medio de las tribulaciones y emociones de los últimos tiempos, sostenerme firme, positiva y alegre para el mundo no ha sido facil.
Por el contrario, te digo que estoy pasando por el mejor momento de mi vida espiritualmente hablando y al mismo tiempo por durísimas pruebas de resistencia, valor, amor, confianza y obediencia... con el cuerpo diciendo que quiere estar vencido, con la voluntad quebrantada para salir adelante y sin embargo con el corazón empeñado en dejar que la Fe me sostenga.

Algunos años comenzaron en mi vida, rodeada de luz y otros en la absoluta oscuridad, algunos años fueron brillantes y otros los viví en la sombra, pero este será un año para ir por cada una de mis declaraciones, un año para no posponer más, porque he sido quien declaré ser, porque sigo haciendo lo que mi deber me ocupa y porque el tener es apenas una consecuencia de esas condiciones previas, pero mantenerme en pié y de frente a la vida es un reto increíble, un reto grande, una carga... a veces.

Hoy que atravesar esta pérdida me duele en las entrañas, quisiera derrumbarme y quedarme dormida un mes, o hasta dos, pero sigo en pié a pesar de todo, confiando en Dios y esto es tan fuerte y tan grande en mi vida, tanto como nuevo y agradable porque la certeza de tener el respaldo de Dios es una certeza recién estrenada y para que te invento, me la estoy disfrutando como si se tratara de un premio que me luché por todos los años de mi vida. No conozco una cura mejor para combatir esa conocida propensión a relatarme a mi misma como la mayor víctima de todas mis historias, que la Fe en Dios.

Por eso, porque sin ninguna vergüenza o reparo hoy puedo decir con la frente en alto que soy cristiana y bautizada en la Fe en Cristo, es que sin miedo y con orgullo sigo en pié (a pesar de todo) y ¡amén!

WARCELA 
(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)