en la oscuridad de la noche
cuando nadie nos ve"
Y con semejante premisa, vos que me estás leyendo y yo, deberíamos estar claros en que no es lo que decimos, ni lo que hacemos lo que define quienes somos, sino nuestra integridad. Realmente la vida misma es una oportunidad permanente de ser quien elegimos ser. Cada día ser y seguir siendo al anochecer...
Yo me lo pienso bien, y lo miro en perspectiva y lo único que viene a mi mente es que tiene bastante razón el que dice que esta sociedad esta fuera de integridad ¡claro que si! solo que esa expresión no tenía sentido para mí en su mayor alcance hasta ahora, cuando veo que ser y parecer dan la impresión de ser suficientes, pero es como decía mi mamá: "Se dicen las mentiras y se las creen ellos mismos" hoy los personajes más distinguidos, los que usamos de modelos empresariales y sociales son lo que parecen: respetables, formales, asertivos, ejemplares y hasta modositos, pero eso si, todo esto en público porque en cuanto tienes oportunidad de ir más allá del saludo, cuando creas una relación y empiezas a formar lazos con ellos, es cuando ves de qué material estamos hechos, con qué fibras trenzan la soga que formará esos lazos y entonces descubres que no hay forma de ser y parecer si al oscurecer dejamos de ser y no nos importa lo que parecemos.
Una implosión de valores, contagiosa y de crecimiento exponiencial ha convertido éste "estar fuera de integridad", en algo tan común como el paisaje mismo, ya no nos importa y de alguna manera somos compasivos con la prisa del otro por volver a casa, nos identificamos con esa prisa que también padecemos, la cual no es otra cosa que el afán desesperado de llegar al único sitio donde podemos quitarnos la máscara.
En realidad lo que más convendría es que cada quien fuera descaradamente quien ha elegido ser, que enfrentáramos al universo con nuestras maneras de ser, que no nos molestáramos más en usar ninguna máscara... pero claro, eso si sería el reto más absurdo jamás pensado a la congruencia y la integridad, una utopía moral.
WARCELA
(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)
Yo me lo pienso bien, y lo miro en perspectiva y lo único que viene a mi mente es que tiene bastante razón el que dice que esta sociedad esta fuera de integridad ¡claro que si! solo que esa expresión no tenía sentido para mí en su mayor alcance hasta ahora, cuando veo que ser y parecer dan la impresión de ser suficientes, pero es como decía mi mamá: "Se dicen las mentiras y se las creen ellos mismos" hoy los personajes más distinguidos, los que usamos de modelos empresariales y sociales son lo que parecen: respetables, formales, asertivos, ejemplares y hasta modositos, pero eso si, todo esto en público porque en cuanto tienes oportunidad de ir más allá del saludo, cuando creas una relación y empiezas a formar lazos con ellos, es cuando ves de qué material estamos hechos, con qué fibras trenzan la soga que formará esos lazos y entonces descubres que no hay forma de ser y parecer si al oscurecer dejamos de ser y no nos importa lo que parecemos.
Una implosión de valores, contagiosa y de crecimiento exponiencial ha convertido éste "estar fuera de integridad", en algo tan común como el paisaje mismo, ya no nos importa y de alguna manera somos compasivos con la prisa del otro por volver a casa, nos identificamos con esa prisa que también padecemos, la cual no es otra cosa que el afán desesperado de llegar al único sitio donde podemos quitarnos la máscara.
En realidad lo que más convendría es que cada quien fuera descaradamente quien ha elegido ser, que enfrentáramos al universo con nuestras maneras de ser, que no nos molestáramos más en usar ninguna máscara... pero claro, eso si sería el reto más absurdo jamás pensado a la congruencia y la integridad, una utopía moral.
WARCELA
(muchas cosas pero no cualquier cosa -menos una pata-, aunque vilmente asesine mis propias ideas seré una psicóGata, vos si querés podés entender que se trate de una psicóloga gatuna, medio rayada también)