miércoles, 29 de julio de 2015

Nada amable mi mente indomable


Porque a veces pensando se van las ideas y,
a veces invocando las ideas solo puedo pensar... en él

Así es como funciona la lógica inversa de los pensamientos, porque cuando quiero recordarte y traerte a mi mente para entender lo que nos pasó, solo consigo esta agonía en el cuerpo, un gran vacío en mi estómago, y esta sensación de habitar en otro cuerpo que no es el mío (tal vez porque sigue siendo tuyo) no logro recordar cada palabra de nuestra despedida y con el transcurrir de los meses ya no sé si aquella, la última vez que nos vimos, realmente nos despedimos. Te echo de menos en mis alegrías que ya no son tantas y en mis tristezas que ahora parece que es solo una, me faltas en la mesa, el domingo y hasta en la iglesia. Estas en cada rincón de la ciudad, tu voz en cada estación de radio y tus palabras como un eco infinito, siguen sonando en mis oídos; A donde quiera que voy encuentro una imagen de ti, un recuerdo de los dos, una historia contigo, te fuiste, si, pero no me has dejado todavía, yo me fui con tu recuerdo y me perdí en algún atardecer de arreboles entre el rosa y el naranja del cielo nunca más azul.

En cambio, cuando quiero descansar de ti, cuando estoy exhausta de tu memoria, llena hasta el hastío de tus recuerdos, busco en mi habitación como un refugio seguro (lleno también de nosotros) un instante de silencio mental que no llega. Busco apagar el reproductor infinito de la película de los dos pero no le pusimos botón de "Off" cuando nos enamoramos, tal vez creímos que íbamos a querer que esta película se reprodujera infinitamente mientras viviéramos, o tal vez solo fuimos un par de irresponsables, ¿quién sabe? lo cierto es que allí no me da tregua mi nada amable mente indomable... hallando apenas un respiro en quedarme dormida, ¡hasta que te conviertes en pesadilla! de verdad es una persistencia empalagosa, como un empacho de chocolate.

No puedo dejar de pensar que el amor cuando es verdadero, tal vez apenas puede llegar a medirse en la mala hora, cuando se convierte en desamor y ahí cuando "la tusa" es directamente proporcional en intensidad y ardor al amor que se sentía, es cuando se sabe que es verdadero. ¡ya pa' qué! 

Si, sigo en mi despecho infame, tantos meses después y seguramente ya no me lee aquel que con orgullo me decía: "no pares de escribir, sigue con tus letras Vainilla" pero ni antes ni ahora escribía para él, aunque pensando en él se me han espantado la mayoría de las ideas y aunque volviendo a la idea de escribir otra vez me encuentre pensando en él.

WARCELA
No Hagas Cosas Buenas Que Parezcan Malas → #NHCBQPM

martes, 28 de julio de 2015

¿En serio no sabes bailar?

Esta es "la pregunta" cada vez que la ocasión es al rededor de la música, cada vez que la salsa llena el espacio, cada vez que un merengue contagia o acaso un vallenato invita a un abrazo y más.

Y todavía sin responder, yo solo estoy esperando que me canten: "...♪...Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una...♫..." lo cual evidentemente no ocurre porque ¿quién en su sano juicio iba a querer bailar con una mujer de 1.70 mt de estatura, poco más de 63 Kg de peso, y ya en los 40s que presume de no saber bailar? la respuesta es obvia: NADIE.

Claro que esto no significa que nunca he bailado, porque algún chiflado fuera de su sano juicio, si que ha tomado el riesgo de invitarme y sostener la propuesta después de la primera canción para bailar 2 y hasta 3 piezas musicales seguidas. Eso, y  el hecho de que con esa sumatoria del 1.70+63+40 puedo estar teniendo una personalidad a prueba de casi cualquier cosa y no saber bailar no ha sido impedimento para que yo baile sola si es preciso, cuando la rola me enrola y la energía me sobra (como casi siempre).

Pero déjame contarte que esta "tara" social que con mi mejor humor relato y con gracia repito que no ha sido impedimento, en verdad si lo ha sido en más de una ocasión... como cuando el plan era salir con el galán de turno y la cita fue en un precioso bar de salsa en Medellín, donde los amantes de este género abundan y los mejores sitios para escucharla, son sitios para eso: escucharla (a la salsa) y bailarla. Nada más. No hay chance de conversar y apenas de beber un trago apresuradamente mientras aún tiene temperatura de bebida y no ha alcanzado el punto de ebullición por el calor del ambiente; Resultado: "Epic Fail", no hubo conversada, ni buenos tragos y claro tampoco una decente bailada. O la vez que por novio elegí un cantante de salsa (esto es ya una fijación con el género y habrá momento para otra entrada en mi blog, al respecto) que no solo cantaba sino que además era el ritmo mismo a la hora de bailar, un verdadero trompo con sabor inigualable y reconocimiento suficiente en el entorno como para llevarme a la intimidación absoluta cada vez que estábamos de fiesta por su trabajo o por diversión: todos queriendo ver qué tal le sigue su pareja y yo presa del pánico escénico, más tiesa que siempre. O qué tal la ocasión en que dije que quería aprender a bailar y un buen amigo me invitó para cumplir mi deseo, una vez estuvimos en la pista de baile, el bochorno me acaloró en tal medida que fingí un mareo solo para sentarme lo más lejos posible de la pista y evitar la vergüenza, me abaniqué (por el supuesto mareo) casi 3 horas, hasta adormecer mis manos y vinagrar mi genio dando por terminada la cita y las clases de baile, antes de empezar.

Si, ya sé, es muy sencillo contratar unas clases privadas, pero no es un tema de tener quién me enseñe (que maestros dispuestos han habido muchos) sino más bien de una deficiencia congénita, es que de verdad me muevo como si tuviera dos pies izquierdos, ni siquiera es por no reproducir "los pasos" que hasta me las arreglo para imitar muy bien, sino que no reconozco los conceptos: compás y tiempo, que son como definiciones en chino para mí, de tal forma es evidente esto que alguna vez alguien con inmensa sabiduría me dijo: ¡No es que no sepas bailar, tú eres una fiesta Marcela, lo que pasa es que tienes ritmo propio! Y yo me lo estoy creyendo, porque sin importar cuanto me empeñe en la bailada haciendo como los demás, siguiendo al osado que me invite a bailar o desde mi independencia a la hora de intentarlo sola, bastará con que tararee la canción, haga contacto visual con alguien más o intente quitar el sudor de mi cara, para que otra vez esté perdida en el ritmo, el tiempo y el compás.

Por eso, si la música nos convoca alguna vez, no me preguntés: ¿En serio no sabes bailar? más bien tratá de seguir mi ritmo (que ya sabemos que es mío y es único) y entonces, tal vez te salga eso de: "...♪...Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una noche loca...♫..."

WARCELA
No Hagas Cosas Buenas Que Parezcan Malas → #NHCBQPM

lunes, 27 de julio de 2015

NO también es una respuesta


♪...Como decirte no,si me bailas en los sesos ♫
♫ como decirte no,si te calaste hasta en mis huesos...♪

Y sigo tarareando sobre la imposibilidad de decir NO, es un problema común a muchos, castrados de lenguaje, incapaces de responder NO a nada, más trabajo, menos salario, mas tarjetas de crédito, menos tiempo para descansar, mas kilos, menos musica, a todo le decimos que si, inconformes o felices, no pensamos solo respondemos, engullimos oportunidades y somos los amos del universo y yessss!!!

Y es que frente a un montón de ofertas que la vida me va presentando, unas mejores que otras, me he preguntado muchas veces si se trata de ofertas casuales o son las famosas oportunidades esas, las sobre-estimadas oportunidades tipo "último tren" de las que dejas ir y no regresan más.. ¡qué dilema! mi ser selectivo frente a mi ser emprendedor, debatiéndose en una discusión argumentativa acerca de si debo tomar cada oferta por aquello de "que tal que sea la oportunidad de mi vida y yo la esté dejando ir" o si debo ser exhaustiva en mi búsqueda de lo que quiero y dejar pasar una que otra oferta porque simplemente no me interesa...

Entonces como habitante de esta era digital de memes y post gráficos, tengo en mi mente ahora mismo, aquello de la princesa que antes de encontrar a su príncipe, ha de besar mucho sapo  de pantano. No lo sé, lo pienso y no lo quiero pensar, pero ya que me lo pregunté estoy obligada -por mí- a pensarlo, hasta que recupero la esperanza y me avoco al sentido de la intuición. Si no me late, no me late, no me llega, no es y no es, pero si me inquieta, me invita, me provoca y me seduce, aunque resulte siendo "un sapo" me voy a dar el chance.

Pero por favor, no vas a pensar que estoy hablando de galanes, aunque también, sino de todo, de cualquier cosa, de trabajo, de compras, decisiones, opciones, etc. como estos son los tiempos del positivismo, el emprendimiento, la lucha por los sueños, la perseverancia y un montón más de ideas optimisitas que nos estan tatuando por todos los medios y que nos hacen creer que hay que "halarle a todo" intentar, lanzarse, y "Just do it" pues yo estoy, otra vez, abogando por llevar la contraria a la corriente (notá que se me esta haciendo manía) y le voy al NO; Voto por el "NO" como una opción de respuesta perfectamente válida. !NO! sin darle gusto a las expectativas de nadie.

Esta vez es ¡No! sin explicaciones, "No, porque si y punto" mejor dicho: es ¡NO! porque "NO" también es una respuesta y con eso basta.

WARCELA 
No Hagas Cosas Buenas Que Parezcan Malas → #NHCBQPM